Después de mucho tiempo queriendo hacer la ruta Marismas de Barbate, propuesta por Manuel. Este domingo nos decidimos a realizarla. Indicar que esta ruta es conveniente no hacerla en época de lluvia, ya que al estar la senda entre la marisma y el río Barbate, los caminos se inundan y se convierten en impracticables a no ser que lleves la piragua contigo.
Después de unas semanas sin agua supusimos que los caminos estarían secos y podríamos hacer la ruta circular sin pasar por la carretera. Mas abajo comprobaréis si fue posible o no.
El camino empieza junto a la depuradora, en la carretera de Vejer a Medina. El desvío esta señalizado.
Tras coger el desvío, a unos metros hay una pequeña bolsa de aparcamiento y se puede ver el cartel que nos muestra el comienzo del sendero.
Los primeros pasos son por una estrecha vereda.
A nuestra espalda dejamos el bonito pueblo blanco de Vejer de la Frontera.
En muchos tramos el cañizo nos rodea creando unas verdes paredes que apenas nos deja ver a través de ella.
Pronto el camino se ensancha y el río Barbate nos acompaña un buen rato refrescando el paseo. A nuestra derecha tenemos el río y a la izquierda se encuentra las Marismas de Barbate. Continuamente vamos escuchando y viendo todo tipo de pájaros de marismas.
Ciertas zonas de las marismas están totalmente secas.
Tras casi ocho kilómetros de paseo le decimos adiós a nuestro compañero de viaje, el río Barbate, y nos dirigimos al final del sendero.
En el camino de vuelta nos encontramos varios ejemplares de nuestra amiga y exquisita vaca retinta.
Así como un bonito burro que posó para pasar a la posteridad.
Tras un rato nos introducimos en un frondoso bosque de eucalipto.
Pasado unos cientos de metros salimos del resguardo de los eucaliptos y volvemos a campo abierto. A partir de este momento, el camino estaba totalmente enfangado por lo que decidimos dar marcha atrás y volver al punto de inicio del sendero por la carretera.
Tras poco más de tres horas y media terminamos este fácil y bonito sendero.
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