jueves, 17 de abril de 2014

Xauen y los senderos del Rif

Después de muchos años viendo las montañas del norte de África desde la costa gaditana, soñando con recorrer sus crestas y conocer sus famosos bosques de cedros, por fin nos decidimos, y esta semana santa pusimos rumbo al norte de África.

Al ser nuestra primera incursión por el Rif decidimos realizarla con la agencia de viajes Alventus. Así que a continuación paso a relataros la aventura de Xauen y los senderos del Rif.

Sobre las cinco de la mañana del jueves santo el autobús nos recoge en Jerez. Las caras de todo el mundo reflejan sueño, y al mismo tiempo nerviosismo.


Tras poco más de una hora llegamos al puerto de Algeciras, donde embarcamos rumbo al continente Africano. 

El paso de aduana fue bastante lento. Nada más pasar los tramites preceptivos nos dirigimos a la ciudad de Tetuan. Tetuán (en beréber:تطوان Tiṭwān;plural que significa 'los ojos') y en ocasiones conocida con el sobrenombre de "La paloma blanca". Una de las ciudades con más rasgos andaluz de Marruecos. 

Por las calles de la medina estuvimos paseando haciendo nuestra primera incursión por la cultura musulmana.

Nos llamo la atención que en las carnicerías, los pollos estaban vivos. Tu seleccionas el que quieres y te lo dan ya desplumado. Puede resultar cruel, pero aquí hacemos lo mismo con los cangrejos, centollos, langostas, etc .... Estos están en los tanques de agua de los restaurantes y tu eliges el que te gusta.


Se puede observar en la foto que la señal indicativa de farmacia es una media luna.


El trasiego de gente por las calles es continuo.


Muchas calles tienen nombre de ciudades andaluzas.


Después de comer, nos montamos en el autobús rumbo a Xauen.

Nada más llegar nos tomamos nuestro primer Té Marroquí.


La ciudad de Xauen fue fundada como emplazamiento de una pequeña ciudad bereber. Su población original estuvo compuesta sobre todo por exiliados de Al-Andalus, tanto musulmanes como judíos, razón por la cual la parte antigua de la ciudad tiene una apariencia muy similar a la de los pueblos andaluces, con pequeñas callejuelas de trazado irregular y casas encaladas (frecuentemente con tonos azules).


A saber lo que estábamos mirando.


Preciosa vista de las montañas que rodean Xauen desde la plaza central.


Distintas tomas de la ciudad azul.




Las vistas desde la habitación del hotel Loubar eran impresionantes.


La primera noche cenamos auténtica comida bereber, cordero y cous cous con pollo y verduras.




Después de la copiosa cena, tocaba dormir y tomar fuerzas para el primer sendero.

Aldeas Rifeñas (Macizo de Kelti) 


El autobús nos dejo en la parada de autobús.


Los primeros metros fueron en bajada hacia el cauce del río.



Tras andar unos metros junto a la ribera empezó la subida de casi cinco kilómetros.


Las vistas son impresionantes.



La subida discurre por un pequeño sendero.



De vez en cuando toca cruzar pequeñas aldeas.





Nuestra amiga Juana, una de las Susmurais con más ladrillos obtenidos en la famosa prueba organizada por la legión, 101Kms de Ronda .


Después de un rato de subida, toca bajar al fondo del desfiladero para cruzar a la ladera de enfrente.



Roca con forma de cobra.


La otra cobra.

El sol empieza a pegar fuerte. Cada vez que nos detenemos para reagrupar, la sombra es un sitio muy codiciado.


Aunque hay otras personas que prefieren el solecito.


Después de unas cuatro hora tocaba descansar y reponer fuerzas.


Las vistas desde el restaurante son increíbles.


El guía, Fuad, nos tenía guardada una sorpresa. Un salto de agua que quita el sentio



Tras poco más de seis horas, en el horizonte junto al puente divisamos el autobús que nos llevaría de vuelta.


Antes de ducharnos paramos en el Hotel Parador. Había que  refrescar el gaznate.


De camino al hotel pasamos por los lavaderos. Visita que nadie se puede perder.



Y subida a la pequeña mezquita situada a las afueras de Xauen.


El color naranja de la roca reflejando los últimos rayos de sol nos dejaron sin palabra.


 Plaza España - Djebel Lakraá (Parque Nacional de Talassental)



Hoy toca subir al Djebel Lakraa, Monte Calvo, caminar por los bosques de cedros y pinsapos, pisar tierras de cultivo de Marihuana ...

El autobús nos deja en el merendero llamado Plaza de España situado en pleno Parque Nacional de Talassental.


Los primeros metros son por una pista fácil.


Pero pronto empezamos a subir. El tamaño de los cedros y de los pinsapos son increíbles.


A medida que progresamos nos tropezamos con muchos arboles muertos.


La subida se hace a buen ritmo.



A medida que vamos ganando altura, el bosque se va dejando atrás. Ya se vislumbran los primeros neveros.


El grupo se estira poco a poco.





Antes de darnos cuenta alcanzamos la cumbre.



Tres integrantes de Los últimos Susmurais en la cumbre.


Las vistas desde aquí nos dejan sin habla.



Debido al fuerte viento que azota, sin premura emprendemos la bajada.



Esta foto tiene trampa ....


Tras pasar el nevero nos dirigimos al mar de nubes.


Otra vez nos encontramos con los grandes arboles.



La bajada es bastante fácil.




La visibilidad en el mar de nubes es mínima, así que decidimos reagruparnos.





Al salir del bosque, el sendero nos lleva por el cauce de un riachuelo.


La senda discurre por terrenos de cultivos.


Es curiosa la forma de las hojas de las plantas. ¿Que serán?


La marihuana se planta en Abril y se recoge en Septiembre.


Al echar la vista atrás nos despedimos de las montañas del Rif con un hasta luego. 


El ambiente en los últimos metros es bastante distendido.



Por fin llegamos a las furgonetas que nos llevarían de regreso.



Después de la caminata, la furgoneta nos dejo en el hotel. Tocaba una buena ducha y otra vez a pasear por Xauen.





Esa noche probé los caracoles en la calle. Me recordaron a los que tomaba en mi infancia en Melilla.


Esa noche nos dimos un homenaje en el restaurante Aladino.


Al día siguiente tomamos el último desayuno en el hotel y vuelta al viejo continente con una gran sonrisa en la cara. Contento de haber conocido a muchas buenas personas y sorprendido muy gratamente por los sitios que he visitado. Volveremos.