En estos últimos años los científicos han descubierto una nueva especie, el Homo Capra. Se cree que es una evolución del Homo Sapiens. En este proceso evolutivo, la nueva especie ha desarrollado distintas caracteristicas para sobrevivir en la montaña.
Sobre la espalda ha desarrollado una joroba, parecida a la de los camellos. En la misma almacena todo lo necesario para subsistir en la naturaleza.
De algunas de ellas, llega a salir una especie de tubo con el que el animal puede saciar su sed. Lo más increible es que el tamaño de la joroba se adapta al medio y a la meteorología. En tiempos de frio, lluvia, … esta se hace más grande. Todo lo contrario a los días soleados, donde el tamaño de la joroba se reduce increiblemente. A veces llega a transformarse en una pequeña protuberancia sobre la cadera.
Mientras que su hermano el Homo Sapiens, teme la noche, el Homo Capra disfruta cuando la oscuridad lo envuelve. Una vez que el sol se oculta en el horizonte un tercer ojo sobresale sobre su cabeza. Gracias a este rayo de luz se desplaza con presteza por la oscuridad.
Algunos han desarrollado un cuarto ojo detrás de la cabeza, el cual emite un pequeño pardadeo de color rojo. Se cree que es una manera de comunicarse entre los Homos Capras cuando la noche los abraza.
Algunos han desarrollado un cuarto ojo detrás de la cabeza, el cual emite un pequeño pardadeo de color rojo. Se cree que es una manera de comunicarse entre los Homos Capras cuando la noche los abraza.
La manera de relacionarse con el resto de sus especie es bastante incierta. Es un animal solitario.
Aunque a veces suelen agruparse para realizar grandes migraciones.
El número de Homo Capras es incierto. En algunas ocasiones llegan a juntarse miles de ellos. El único punto común entre las distintas migraciones es que la estampida arranca después de escuchar un estruendo.
Algunas hábitos pasados los siguen manteniendo. Durante las migraciones suelen descansar para disfrutar de una cervecita fresquita.
Aunque a veces suelen agruparse para realizar grandes migraciones.
El número de Homo Capras es incierto. En algunas ocasiones llegan a juntarse miles de ellos. El único punto común entre las distintas migraciones es que la estampida arranca después de escuchar un estruendo.
Algunas hábitos pasados los siguen manteniendo. Durante las migraciones suelen descansar para disfrutar de una cervecita fresquita.
Estos desplazamientos suelen terminar cuando se pasa por debajo de un arco. Todavía no se sabe el porque.
Para terminar el estudio, hay que incidir que acercarse a esta rara especie entraña un grave peligro, ya que sin darse cuenta, uno puede llegar a convertirse en un Homo Capra, y este es un camino sin retorno.
Para terminar el estudio, hay que incidir que acercarse a esta rara especie entraña un grave peligro, ya que sin darse cuenta, uno puede llegar a convertirse en un Homo Capra, y este es un camino sin retorno.