sábado, 15 de febrero de 2014

Caños de Meca - San Ambrosio - Acantilados de Barbate, La Breña.

El día se planteaba oscuro, con muchos nubarrones en el horizonte y con bastante posibilidades de lluvia. No sabíamos que hacer, pero al final nos liamos la manta a la cabeza y tiramos para los Caños de Meca, uno de los múltiples puntos de acceso al Pinar.

Dejamos el coche en frente del famoso bar-restaurante El Pirata. Antes de empezar a caminar nos asomamos al mar para ver de cerca las olas.


Pronto se abandonan las casas de los Caños y nos adentramos en el pinar.


A los pocos metros se obtiene una vista preciosa del faro de Trafalgar.


El camino es fácil ya que discurre por una pista de albero. A pesar de la ultimas lluvias este se encuentra bastante seco.


Al poco nos desviamos a la izquierda. A partir de este momento nos vamos encontrando miles de pequeñas sendas. La lluvia empieza a caer con fuerza.



El porte de algunos pinos es impresionante.


A mitad del camino se abandona el pinar y nos dirigimos a Vejer. Al fondo se puede observar el alojamiento del Palomar de la Breña.


De repente el pozo de los deseos salio a nuestro encuentro


así como uno de los dueños del mismo.



El sol parece que quiere acompañarnos. Las nubes se van y el camino se hace mucho más agradable.


Aunque en la foto no se aprecia, a mano izquierda se sitúan las marismas y a la derecha  la villa de Barbate.


Al mirar atrás se observan las negras nubes que hemos dejado a nuestras espaldas.


Al poco tiempo de andar por la pista de albero, tomamos una estrecha y pequeña senda que nos conduce de nuevo a la Breña.





Una vez de nuevo en el pinar nos encontramos con bastante pinos talados.


El color del musgo es curioso en esta época del año.


Cortafuego archiconocido por los participantes de la prueba 24 Horas Breña. Prueba en la que tome parte el año pasado en la modalidad corta y en su primera edición. Esa vez en el formato de 24 horas. 


¿Que caminos tomamos?


Prontos se divisa la imponente Torre del Tajo. Esta torres fueron construidas con la misión de servir de vigías ante las incursiones de los piratas que asolaban las costas andaluzas.





Las vistas del acantilado de Barbate son increíbles.





En esta parte del recorrido tomamos el sendero del acantilado. Este se encuentra perfectamente marcado. 


Ya solo quedaba bajar en dirección a los caños.




La vista del Faro, los caños y del mar embravecido nos dejo sin palabra.


Tras poco más de cinco horas se termina nuestra primera incursión en serio por el pinar de la Breña y seguramente no sera la última.


Indicar que el pinar el Parque Natural de la Breña tiene innumerables caminos donde es fácil perderse pero a la vez más fácil hallarse. Así que os recomiendo que lo visitéis sin prisas para saborearlo.

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