sábado, 6 de abril de 2024

Camping Conejera - Castaño Santo, Parque Natural Sierra de Las Nieves

Ha llegado el día de visitar este misterioso paraje de la Sierra de las Nieves. Tras muchos tiempo escuchar hablar del Castaño Santo, un árbol que cuenta la leyenda que dio cobijo al rey Fernando el Católico en 1501. Bajo sus ramas se celebro una misa para conseguir la bendición del Señor para la reconquista de Marbella.

El despertar en el Camping Conejera, situado en plena naturaleza, es un placer. Por delante tenemos un sendero de casi 35 kilómetros y aproximadamente 1500 de desnivel positivo. 

¿Más de uno se preguntará que significa 1500 metros desnivel positivo? Para que se entienda fácil, cuando terminemos la ruta habremos subido aproximadamente un edificio de 500 plantas.


Pasada las diez de la mañana se emprende esta nueva aventura. Nos hemos levantado con tranquilidad. No hay prisa. El día está nublado. 

Por las miles reseñas de internet sabemos que la mayoría del camino transcurre por una sencilla y cómoda pista.


La pista une las bonitas ciudades de Ronda y Marbella. Estos caminos vieron nacer en el año 1995 la carrera de los 101 de la Legión.  



Pasado apenas cinco kilómetros se encuentra el Descansadero-Abrevadero de la Fuenfría. Punto de parada de ganaderos y arrieros trashumantes. Los edificios destruidos formaban parte de un antiguo cuartel de la Guardia Civil. 



Antes de alcanzar el punto más alto de la ruta, el Puerto del Algarrobo, 1261 metros, el camino te sorprende con una pequeña virgen.


Las nubes refrescan el ambiente. ¿Izquierda o derecha, que camino tomar? Nos decantamos por la izquierda.


Las nubes impiden ver el mar mediterráneo.



Después de unos días de lluvia intenso el agua brota de la montaña. En la senda confluyen fuentes de aguas frías, pequeños saltos de aguas, arroyuelos, … El agua en todo su esplendor.




Kilómetro 16. 
Tomando este desvío estamos a menos de 500 metros del Castaño Santo.


La senda pista se transforma en una estrecha senda flanqueada por helechos.



Y con todos ustedes el Castaño Santo. Árbol con al menos 700 años de vida, con un diámetro de 22 metros y un área proyectada por la copa de 510 metros cuadrados.






Que bonito sitio para descansar con un buen bocadillo de mortadela en las manos



Después de disfrutar de un merecido  descanso en un páramo de ensueño, toca volver.

En la foto podemos ver una piña cría.


Alcanzamos de nuevo el punto más alto del recorrido. Lo que nos queda ya es todo cuesta abajo.




Han pasado 8 horas y ya estamos en el punto donde esta ruta empezó allá por la mañana. 


Pues sí lectores, es un ruta larga pero yendo sin prisa se puede realizar. Hemos transitado todo el tiempo por una pista fácil. 

Si visitan la Serranía de Ronda no dejen de rendir pleitesía al Castaño Santo

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jueves, 28 de marzo de 2024

Valle de Ransol, Andorra

Después de haber realizado uno años atrás la ruta Parking de Sorteny - Estany de l'Estanyó con la guía de montaña Patri, vuelvo a buscar sus servicios para conocer el Valle de Ransol. 

La intención es salir del aparcamiento del Valle del Ronsal y llegar hasta donde la climatología y la nieve nos permita.

El viento pega fuerte, tengo dudas si salir, pero al final me decido. Llegaremos hasta donde podamos. Según Patri, hasta el primer lago del valle estaremos más o menos protegidos del viento.

Los primeros metros son por un bonito bosque.


Los arboles nos protegen del viento.


Dejamos el bosque y subimos por la margen izquierda del Riu de la Coma. A mi derecha queda un bonito salto de agua.


Una vez dejado el rio a nuestras espaldas, giramos a la derecha y se nos abre un valle inmenso rodeado de montañas nevadas.

El último tramos hasta el primer lago empina bastante, para realizar los metros finales tengo que seguir las zetas que con mucho cariño han sido creadas por Patri.



Tras poco más de dos kilómetros alcanzamos el Estany de Ransol


En este punto el viento está desatado. Decidimos quitar pieles y darnos media vuelta. 


Patri antes de empezar la bajada.


Patri bajando, con un poquito de más estilo que yo.


Tampoco lo hago tan mal para ser la primera vez que bajo por este tipo de nieve.


Después de una media ladera toca subir unos metros sin pieles. Las patas queman un poco.


Después de la corta pero intensa subida en escalera volvemos a lanzarnos cuesta abajo.


Hubo suerte, no dejé los piños en ningún pino.

Ya estamos de vuelta. Al final hemos conseguido realizar una ruta bastante chula. Subida por senda estrecha entre arboles, traza preciosa junto al rio, donde hubo que quitarse los esquís para un paso un poco más técnico y unas zetas de subida muy bien marcadas por Patri. 

La bajada fue alucinante. Creo que fue la primera que he bajado por este tipo de nieve, he esquivado arboles y lo más importante, he disfrutado como un enano.


Patri me tienes enganchado a Andorra. Seguro que el futuro me repara más rincones escondidos en el Principado de Andorra.


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