Dormir en Cangas de Onis enfrente de la primera parada de los autobuses que suben a Lagos de Covadonga solo puede significar una cosa, hoy toca visitar ese paraje de ensueño formado por los Lagos de Enol y Ercina, más conocidos por Lagos de Covadonga.
Para aprovechar el día al máximo, nos montamos en el primer autobús que nos lleva al punto de partida de nuestra nueva aventura.
El autobús de vez en cuando tiene que parar, hay que dejar paso a los autóctonos de Picos.
Como bien dice la publicidad del autobús, ya estamos en el Paraíso.
El cielo está despejado, esto nos permitirá ver los Lagos en todo su esplendor.
Todavía hay poca gente, así que se pueden hacer todas las fotos que se quiera.
Los lagos se quedan atrás, empieza la subida que lleva al Refugio de Vega Ario.
Debajo del mar de nubes está la famosa Garganta del Cares.
Sobran las palabras, el paisaje es alucinante.
El refugio de Vega Ario está a menos de diez minutos, decidimos no ir y quedarnos en esta planicie para comer.
Pocos restaurantes tienen estas vistas tan bonitas.
Toca volver.
Las vacas también se echan la siesta.
Increible la cantidad de gente que hay ahora visitando este paraje de ensueño.
Última foto, ha sido un día alucinante. Nos vamos con un gran sabor de boca y con la certeza que volveremos algún día a visitar los Lagos de Enol y Ercina.