Segundo día en Torla, hoy toca visitar el refugio de San Nicolas de Bujaruelo. La ruta parte desde el mismo pueblo.
Nada más salir, giramos hacia la derecha y nos dirigimos hacía el Camping Ara.
De nuevo el día se presenta soleado.
El sendero es fácil de seguir. En cada cruce hay una señal indicando el camino a seguir.
Al echar la mirada atrás, se divisa la villa de Torla.
Pronto entramos en una senda estrecha y sombría.
Se agradece la sombra para combatir el calor sofocante.
La senda dicsurre paralela al rio Ara.
Nada más llegar a la carretera cruzamos el puente que nos lleva a Bujaruelo por el Collado del Cebollar.
La palabra Collado ya se sabe lo que implica, subir.
En la lejanía se puede divisar el pueblo de Torla.
Nos apretamos los cordones y a seguir subiendo.
Abajo se ve la carretera que lleva al parque de Ordesa.
Durante este tramo, dejaremos el rio Ara a nuestra izquierda.
El porte del árbol es impresionante.
Cada dos por tres, de las paredes brotan pequeñas cascadas de agua.
De nuevo cruzamos el rio, ahora lo dejaremos a nuestra izquierda. Esta parte para mí, es la más bonita.
Después de un rato caminado, nos topamos con el desvío al camping Valle de Bujaruelo.
Para acceder al mismo se debe de cruzar el Puente de los Abetos.
Otra vez la naturaleza nos deja sin palabras.
Después de poco más de cuatro horas ya divisamos a fondo San Nicolas de Bujaruelo.
Ya en el regufio nos pedimos un buen plato de alubías y un par de jarras de cervezas.
Después de tan copiosa comida nos entró la duda ¿Volvemos andando o haciendo dedo? Trás una corta deliberación nos decantamos por lo segundo y nos dirgimos al aparcamiento a buscar algún alma caritiativa que fuese a Torla. En nada de tiempo, una familia Holandesa se ofrecio a llevarnos a Torla. Así que este sendero lo terminamos en coche en vez de a pie.