Todo no va a ser trotar, así que la próxima historia os relata mis vivencias en El Bierzo durante las navidades del 2012/2013

La aventura empieza una fría mañana del 26 de diciembre. El punto de partida fue Puerto Real. Allí es donde cargamos las dos furgos con todo lo necesario para pasar seis días en el norte de España. En la foto faltan dos compañeros y su perra, ya que ellos partieron a tierras leonesas el día anterior. Tras unos minutos de saludos nos montamos deprisa en los vehículos ya que teníamos por delante más de diez horas de viaje. Durante el trayecto hicimos varias paradas técnicas, gasolina, comida y las necesidades fisiológicas de toda la tribu. El viaje la verdad es que no se hizo nada pesado y cuando nos fuimos a dar cuenta ya se veían en el horizonte las agujas de la Catedral de León lo que indicaba que ya estábamos cerca.
En León pernoctamos durante dos noches en la hospedería
Real Colegiata ubicada en pleno centro de la capital. Decir que el alojamiento es bastante acogedor, indicando como una única pega que las camas son un poco pequeña.
La primera noche nos encargamos de conocer el máximo número de bares para probar los vinos autóctonos de la tierra, así como los productos típicos. Resaltar la sopa castellana del Bar Madrid y la morcilla caliente servida por el malage, saborio y desagradable del bar "La Bicha". Recordaros que en la gran mayoría de los bares del barrio húmedo la copa de vino siempre va acompañada de una tapa.
Después de estos dos días nos dirigimos a la aldea de Orbanajo donde alquilamos una bonita casa en el Bierzo llamada
La Mallada. El silencio y la paz que se respira en la misma es reconfortante. Desde la misma parten varios senderos, algunos de los cuales recorrí de noche con la única compañía de la luz de mi frontal y el sonido de las gotas de la lluvia empapando mi ropa. Uno de ellos,
La Mallada - Santa Lucia, te conduce hasta el pueblo abandonado de Santa Lucia. Decir que este pueblo de noche, lloviendo y en medio de la bruma, la imaginación funciona rápidamente y se empiezan a ver todo tipo de formas no amigas.
En los días que estuvimos en El Bierzo realizamos varias actividades, algunas de ellas gastronómicas, otras turísticas y como no, algún sendero hubo que andar con los compañeros.

Empezaremos por la parte culinaria. El 29 de Diciembre degustamos el famoso "Cocido Maragato" en un pueblo de ensueño,
Castrillo de los Polvazares. El paseo por el pueblo es sobrecogedor, parece que el tiempo no ha pasado en el mismo. Las calles empedradas, las casonas antiguas de piedra, la iglesia en el centro del mundo y lo mejor de todo, la ausencia totales de ruido. En esta pequeña aldea existen varios sitios para degustar los manjares de la zona, nosotros nos decidimos por
Casa Coscolo. Creo que la elección de este santuario de la comida fue perfecta, el Cocido Maragato estuvo insuperable, mientras escribo estas letras noto como se me hace la boca agua, el servicio muy amigable y "la dolorosa" bastante bien, es mas, nos sorprendió muy gratamente. Después de la copiosa comida nos dirigimos a la bonita localidad de Astorga, a menos de diez minutos en coche. El paseo es muy recomendable para bajar la comida. Destacar en Astorga el Palacio Episcopal de Gaudí, así como la Catedral. Es muy curioso el contrate entre los dos edificios de arquitectura totalmente diferentes, situados uno al lado del otro como se puede observar en la foto
Al día siguiente visitamos las
Las Medulas. Paraje curioso donde podemos ver como los romanos fueron dando distintas formas al terreno en la búsqueda de oro que se encontraba en las entrañas de la montaña. En esta zona se pueden hacer distintos senderos. Nosotros realizamos el
sendero que te conduce hasta La Cuevona y La Encantada, para después subir al Mirador de Orellán, donde las vistas son impresionantes. El recorrido es de seis kilómetros, muy fácil teniendo como única dificultad la subida al mirador. A continuación os pongo algunas fotos de la travesía.