2º Día. Zoldo - Refugio Staulanza.
Segundo día y pronto empezamos la marcha. Esta vez la ruta parte directamente desde el hotel. Evidentemente, salimos sin raquetas.
Pronto abandonamos el pueblo y tomamos la senda a nuestra izquierda.
El guía para no perder las buenas costumbre imprime un buen ritmo.
En un bonito merendero hacemos el primer reagrupamiento.
Sin darnos cuenta, pronto, la senda empieza estar cubierta de nieve.
En cada cruce hay un cartel indicativo de la dirección a seguir.
Monte Civetta al fondo. Dicha cumbre le da nombre a la estación de esquí.
La subida es bastante llevadera.
Otra vez con los pies hundidos en nieve. !!!! Menos mal que no hacían falta las raquetas !!!!
Nuestro amigo el Pelmo se esconde entre las nubes.
Reagrupamiento.
Javi el Espontaneo.
La senda se estrecha por momento.
Ya hemos llegado a la meseta. El camino transcurre entre arboles enterrados en nieve.
Pelmo a la derecha de la foto y el Pelmino a la izquierda.
Se acaban las palabras y a disfrutar del paisaje.
Después de ocho kilómetros, abandonamos el altiplano y empezamos a bajar en dirección al Refugio de Staulanza.
A veces la senda se camuflaba en la nieve y era difícil seguirla.
Al salir del bosque nos topamos con el refugio.
Nuestro amigo el Pelmo
La gente llegando después de poco más de cuatro horas.
Y por supuesto en el refugio no podía faltar la merecida cerveza que nos habíamos ganado.
Después de la comida, a la espalda del refugio salía un sendero que nos llevaba al pico Crot. Como era temprano, la mayoría decidimos conocerlo.
Para no perder las buenas costumbres, tocaba subir
Y como no había nieve, fuimos sin raquetas y con la nieve por las rodillas.
La nieve era alucinante. Totalmente polvo. Solo con dejarte caer, te hundías en la misma sin hacer ningún esfuerzo.
Pronto llegamos a la cumbre.
Como siempre las vistas alucinantes.
Después de esta pequeña ruta, tocaba ya descansar. Decir que no pudimos llegar al pico porque se nos echaba encima la noche.
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